Hay consecuencias cuando no se practica ejercicio diario, estas consecuencias son físicas, mentales y emocionales.
El ejercicio es una actividad rutinaria permanente que hace posible el mantenimiento de las funciones corporales o físicas, de las funciones mentales o cognitivas y de las funciones emocionales. El cuerpo físico, el cuerpo mental y el cuerpo emocional.
El ejercicio hace posible el equilibrio de la vida, resulta ser el mantenimiento de esta estructura que vemos y de la estructura que no vemos a nivel mental a través de los procesos cognitivos y de la relación con el mundo exterior, también con la estructura emocional, que muchas veces dirige nuestra vida.
Es el aspecto ligado a los sentimientos y a las percepciones, es fundamental mantenerlo en equilibrio. El ejercicio hace posible la armonía y cuando no se hace estamos dejando de tener circulando en nuestro cuerpo una serie de hormonas muy importantes como la dopamina, sustancia que es responsable del placer y del bienestar de nuestro organismo, hace posible activar las funciones cognitivas.
Al no practicar deporte éstas disminuyen, caen, se deprimen, provocan también perdida de memoria.
También disminuye la posibilidad de tener bajos los niveles de serotonina, hormona de la felicidad y bienestar, responsable del descanso pleno y alta autoestima.
Las personas que no practican deporte se mantienen fatigadas física y mentalmente.
También se pierden endorfinas, sustancias que circulan por nuestro cuerpo, que actúan como la morfina natural, la que produce nuestro cuerpo.
Esta hormona es la responsable de disminuir el estrés, el temor, la ansiedad. Si no tenemos endorfinas somos presos de nuestras emociones, no se puede regular el miedo, la ansiedad, la ira, el estrés, la tensión, además actúan como analgésicos naturales circulando por nuestro cuerpo disminuyendo el dolor sin necesidad de tomar ningún medicamento.
Además, nos perdemos de tener testosterona, una hormona masculina que también la tienen las mujeres en menor cantidad, responsable de dar armonía, estructura, solidez al cuerpo físico, y también se pierde de tener hormonas del crecimiento, y por lo tanto estar expuesto a no aumentar la estatura, la talla en la evolución humana de cada persona, simplemente por no tener un estimulo de dicha hormona.
Cuando hay carencia de estas sustancias por no hacer ejercicio hay poca oxigenación y al no oxigenar nuestro cuerpo va envejeciendo, el recambio de las células se ralentiza, es decir, las hormonas envejecen a temprana edad, se pierde la fuerza, la capacidad de movimiento, de tolerancia a la actividad física, la persona se fatiga más temprano y además habrá más fatiga mental más pronto.
Se pierde la postura natural del cuerpo y el cuerpo se empieza a encoger, a agacharse, se pierde armonía física y así se pierde la autoestima, y poco a poco empiezan las enfermedades de los huesos, los músculos y las articulaciones.
Al hacer ejercicio, se aplaza todo eso para mucho más adelante.
Se rejuvenece si hacemos ejercicio, si no lo hacemos envejecemos, perdemos seguridad corporal, nos sentimos dubitativos, se pierde la posibilidad de vivir en homeostasis en equilibrio de todas las funciones corporales, que están mediadas por estas sustancias antes mencionadas, se pierde ese ejercicio de control de vivir en equilibrio con todas las funciones corporales.
Se pierde vitalidad, hay sensación de fatiga y cansancio permanente, se pierde las ganas de vivir, porque registramos la vida con pesadez, con amargura.
El ejercicio es vitalidad, el no ejercicio es la perdida de vitalidad.
Si no hacemos ejercicio también se pierde interés en la vida, no conecto con el propósito, con mi visión, con mis ganas de vivir.
Nos volvemos improductivo, a nivel personal, a nivel social y a nivel laboral donde se trabaja, y hasta se puede perder el empleo o tener problemas a nivel laboral.
Se van perdiendo las facultades mentales, las sensaciones, las percepciones, el juicio, el raciocinio, las facultades intelectuales, la memoria de corto plazo, la memoria de largo plazo, se pierde la capacidad de atención, de estar concentrado, de aprender, de innovar, de aprender, de crecer como persona, con conocimientos, se pierde la posibilidad de hacer mejor razonamiento, pierdo la posibilidad de tener mejor conciencia de lo creado, se pierde la propia conciencia de lo que somos y la conciencia que me permite relacionarme con los demás.
Si no hacemos ejercicio las perdidas son notables, si hacemos ejercicio las ganancias y el valor agregado son notables, ahí está la diferencia.
Estas son las bondades de hacer ejercicio y estas son la perdida de facultades cuando no hacemos ejercicio.
En nuestras manos está la decisión, seguir una vida sedentaria acumulando cargas de enfermedad o empezar a hacer ejercicio y ganar vitalidad, ahí está la decisión.
No esperes más, agrégale valor y calidad a la vida también.
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