Ser invencible significa tener la capacidad suficiente para superar cualquier obstáculo, lograr tus metas, alcanzar la felicidad a pesar de las dificultades que puedan aparecer en el camino.
El control es un hábito que te convertirá en una persona invencible. Aplicando este método podrás enfrentar y superar cualquier reto que se presente en tu camino. Tu vida será una expresión de éxito y de victoria, y además este hábito te va a servir de mucha ayuda en todos los aspectos de tu existencia, no solo te ayudarán en el mundo físico, sino también en el mundo espiritual.
Practicando este hábito, estarás contribuyendo al perfecto equilibrio entre tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu alma.
Este hábito que necesitas para ser invencible es el control, esto es un poco complicado de entender para los seres humanos a veces, porque creen que tienen que controlar todo lo que les sucede o incluso tienen que controlar a las personas que les rodean, pero el control que te hará invencible no es el control sobre otras personas, sino el control sobre ti mismo y ciertamente se requiere de mucho más valor para obtener el control sobre ti mismo, pero no es imposible, es algo para lo que estás perfectamente capacitado.
En el Universo todo está conectado y hay muchas cosas que suceden en tu vida que no se puedes controlar por ti mismo, pero sí que tú puedes controlar como reaccionas ante las cosas que suceden. Hay ocasiones en las que no puedes controlar lo que te es entregado, pero siempre tienes la capacidad de decidir qué hacer con ello.
El hábito del control es más bien un hábito de autocontrol, porque te permite tomar decisiones sabias y mantener la calma, aunque estés en medio de una tempestad, el autocontrol te permite gestionar tus emociones y pensamientos y es muy diferente que tú seas quien controle tus pensamientos a que sean ellos los que te controlen a ti.
Cuando haces el esfuerzo de controlar tus reacciones, tus pensamientos y de gestionar tus emociones, eres capaz de tomar buenas decisiones y más sabias, y reflexionadas, en lugar de reaccionar de manera impulsiva.
Así en lugar de dejarte llevar por un impulso, puedes analizar un poco la situación, ver lo que esta situación te produce, escuchar a tu voz interior y evaluar las opciones que tienes en todo momento. Para practicar el autocontrol es importante que te mantengas conectado con tu Ser, que mantengas la calma por más estresante que sea la situación, porque si una situación te estresa demasiado, la situación te puede controlar a ti, más la decisión de controlarte a ti mismo puede ser tú quien controle lo que esa situación te provoca. La clave de este hábito es que te lleva a gestionar las cosas de manera sabia, inspirándote por tu sabiduría y tu intuición. Cuando no prácticas el autocontrol es muy fácil que en un momento determinado te dejes llevar por el pánico, el miedo o la ansiedad, en cambio cuando tratas de controlar tus reacciones, podrás actuar con mucha más eficacia y más prudencia, de este modo tendrás resultados mucho más positivos. El autocontrol es por lo tanto una capacidad que puedes desarrollar y que puedes entrenar sin importar la edad que tengas.
Cuando cultivas este hábito, verás que grandes beneficios en tu vida y ya no sentirás que estas completamente desvalido o indefenso ante la vida, sino que te reconocerás a ti mismo como la fuerza y el coraje para poder enfrentarte a cada situación, haciendo siempre lo mejor posible. Tus decisiones serán más sabias y coherentes, ya no tendrás que esconderte ni huir de las situaciones difíciles, sino que las enfrentarás siendo consciente de tu poder, en definitiva el autocontrol es un hábito personal y espiritual que te permite tomar decisiones sabias y conectar con tu Yo Superior. Mantener la calma e incluso fortalecer la autodisciplina.
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