Si supieras el poder de tus palabras, nunca te atreverías a decir algo que no este alineado con tus deseos más profundos.
Tu subconsciente esta dirigiendo todo el espectáculo y es mas probable que hayas sido informado a lo largo de los años de que no eres lo suficientemente bueno, bonito o delgado. Ha creado esta identidad que es toda tu personalidad y dirige todo el espectáculo. Tu subconsciente se compone de tus recuerdos, tus creencias, tus historias sobre el mundo, tus habilidades automáticas, tu creatividad entre otros aspectos. ¿Cómo se convirtió tu subconsciente en lo que es hoy en día el motor que impulsa tu realidad actual?
El, literalmente esta creando tu realidad, todo lo que ves en tu realidad, lo has creado a través de tus pensamientos, tus creencias, tus patrones y tus reacciones.
Puedes comenzar a cambiar eso. Tus pensamientos crean tus sentimientos, que crean tus comportamientos, que crean tus resultados y todo esto crea tu mente subconsciente.
A través de la repetición puedes comenzar a crear una realidad completamente nueva, porque tu tienes el poder de transformar tu realidad, simplemente cambiando tus palabras.
Descubre el increíble poder de tu subconsciente, el esta dirigiendo todo el espectáculo.
¿Pero, que te ha estado diciendo a lo largo de los años?
Quizás te hayas estado susurrando que no eres lo suficientemente bueno, bonito o delgado. Sin embargo, tu eres quien conoce el poder de la palabra. Presta atención a tu conversación, vigila las reacciones que causan tus palabras, porque sabes que cada palabra que pronuncias tiene un efecto que perdura.
Las palabras mas que simples sonidos, tienen un poder intrínseco para moldear nuestra mente y convertirse en pensamientos y acciones, por lo que el manejo adecuado de las palabras, es crucial para nuestro crecimiento y éxito.
Aprenderás la increíble influencia de nuestras palabras en nuestra realidad al cambiar tu lenguaje por uno positivo y poderoso puedes transformar tu vida.
Programar tu mente subconsciente y crear una vida de éxito, felicidad y realización. Lo que expresamos con nuestras palabras transciende el mero acto de hablar. Las palabras crean realidades en el sentido de que lo que decimos no solo fluye de nuestro interior, sino que cambia el ambiente, para bien o para mal.
Cada palabra que pronunciamos se convierte en una frecuencia que perdura en el universo. A menudo subestimamos el poder de nuestras palabras y su impacto en nuestras vidas, pues la coherencia de nuestras palabras, refleja nuestro estado de ser interno. De hecho, en la antigüedad la palabra tenia tanta validez, que a veces no era necesario firmar algún contrato y el compromiso verbal era mas que suficiente.
Desafortunadamente, muchas personas no prestan suficiente atención a lo que dicen a lo largo del día, poco les importa como sus palabras moldean su realidad. Si pasas el día constantemente de pobreza y proclamando tu indefensa a los demás, eso es lo que estas emitiendo al universo y alimentando tu mente subconsciente.
Nuestra mente subconsciente, no distingue entre lo que es beneficioso o perjudicial para nosotros, simplemente se encargara de manifestar todo aquello en lo que creemos y que consideramos verdadero.
De esta manera, nuestras palabras se convierten en nuestra realidad, nuestras palabras habladas, revelan nuestras suposiciones inconscientes, a lo largo del día expresamos nuestras suposiciones inconscientes a través de nuestras palabras. Si prestamos atención a lo que decimos, podremos ver como se refleja perfectamente nuestro mundo. Si constantemente hablamos de debilidad, terminaremos manifestando mas debilidad. Del mismo modo, si nos enfocamos en el desamor atraeremos mas situaciones de desamor.
Esto ocurre porque nuestra mente subconsciente no tiene el poder de discernir por si misma, es posible que te preguntes porque a pesar de expresar verbalmente tu deseo de ser feliz, tu subconsciente parece atraer mas infelicidad. Solo manifiestas lo que eres, no lo que quieres. Esto significa que nuestras manifestaciones son un reflejo de nuestra identidad y creencias subyacentes, por lo tanto, en lugar de decir: ¨me gustaría ser infeliz¨ es mas efectivo decir ¨soy bendecido¨ ¨soy feliz y me siento maravilloso¨
Al hacerlo, estas declarando tu identidad y estado deseado de felicidad, en lugar de simplemente enfocarte en lo que no quieres experimentar. Simplemente pronunciar palabras de abundancia y riqueza, no será suficiente si no se acompaña de un verdadero sentimiento de gratitud y de ocupar el estado de ser de la abundancia.
Cuando realmente sientes te conectas emocionalmente con tus palabras de abundancia, cuando experimentas la gratitud por lo que tienes y te sumerges en el estado de ser de la abundancia, notaras que tu forma de hablar cambia, ya no querrás quejarte, sino que estarás mas inclinado a expresar aun mas agradecimiento.
Este cambio interno se reflejará en tus palabras y en tu actitud hacia la vida, es importante estar conscientes de lo que decimos a lo largo del día y de las palabras con las que nos relacionamos emocionalmente.
A través de este monitoreo, podemos descubrir que las verdaderas suposiciones inconscientes se están manifestando en nuestra vida.
La mente subconsciente no tiene sentido del humor. Las personas a menudo se toman a broma experiencias infelices. Si nos identificamos con una broma, aunque sea divertida necesitamos impresionar a nuestra mente subconsciente con esa idea.
Es importante recordar que ninguna palabra que se siente en nuestro ser, vuelve a nosotros vacía, si nos quejamos constantemente, estamos alimentando energéticamente aquello de lo que nos quejamos. Esta verdad metafísica destaca la importancia de evitar la queja, ya que le damos poder a lo que no seseamos experimentar, por ejemplo; las parejas infelices que se adentran en la queja en lugar de la compasión y el amor, tienden a atraer mas situaciones de queja y se vuelven aun mas infelices, por lo tanto, es esencial comenzar a utilizar palabras mas positivas y conscientes para influir en nuestras experiencias y manifestar una realidad más favorable.
Las palabras mas poderosas y edificantes, tienen un impacto significativo en nosotros mismos y en los demás.
Es importante reconocer la sutil diferencia entre utilizar las palabras de esperanza y palabras que transmiten una profunda confianza.
Por ejemplo; cambiar, ¡espero poder ganar! por ¡yo voy a ganar! implica una mayor seguridad y certeza al resultado deseado. Del mismo modo, al cambiar; ¡me esforzare al máximo! por ¡yo si puedo, soy brillante! Estamos infundiendo una mayor confianza en nuestras habilidades y potencial. Además, podemos trasformar la frase; ¡espero encontrar el amor, estoy rodeado de amor divino y veo amor en todo el mundo!
Esta afirmación nos conecta con la presencia del amor en nuestro entorno y nos ayuda a sintonizar con una energía amorosa.
Nuestras palabras habladas, son una manifestación física y un reflejo de nuestro estado de ser, revelan quienes somos y tienen un impacto en nuestra realidad, por lo tanto, debemos tener cuidado con lo que decimos, eligiendo palabras que nos empoderen y generen una mayor alegría y vitalidad en nuestras vidas.
Así mismo, debemos sintonizar nuestra vibración interna con la frecuencia del amor, ya que lo que hablamos internamente se refleja en nuestra comunicación externa.
Con el tiempo, es muy común que no sepamos darnos el valor que merecemos, nos ponemos en un segundo lugar y vamos acabando con nuestra autoestima. Es entonces cuando los ¨soy incapaz¨ o ¨no puedo¨ se hacen eco en nuestra vida y se convierten en una realidad.
Pero si nos hablamos a nosotros mismos con amor, generaremos resultados en nuestras vidas, esto implica utilizar palabras amorosas al hablar de nuestros deseos y metas en nuestra conversación interna al adoptar una actitud de compasión y amor hacia nosotros mismos y hacia nuestros objetivos vitales, estamos estableciendo una base sólida para su manifestación.
Nuestras palabras y pensamientos amorosos actúan como semillas que se plantan en nuestra mente subconsciente y tarde o temprano se materializan en la realidad que anhelamos.
Es importante recordar que nuestras palabras no regresan vacías, tienen el poder de influir en nuestra experiencia y en la realidad que creamos.
Si prestamos atención a las conversaciones de diferentes personas, podemos notar como sus palabras se manifiestan en su realidad cotidiana. Aquellos que hablan constantemente de pobreza y limitaciones, suelen experimentar mas de esas circunstancias, mientras que aquellos que hablan de dinero y expansión, a menudo experimentan una mayor abundancia en sus vidas.
Es importante comprender que no hay juicio hacia ningún estado, ya sea pobreza o riqueza, todas las personas, independientemente de su situación económica, son esenciales en la creación divina, la diferencia radica en los diferentes estados de conciencia que tienen es sus mentes.
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