Te has preguntado alguna vez porque cuando llega la noche estás tan cansad@, si tu jornada ha sido igual a las demás.
Permíteme decirte que hay ciertos elementos o circunstancias de nuestro día a día que nos desgastan, que nos absorben, que nos roban nuestra energía diaria y no nos damos cuenta de ello.
Uno de los hábitos que más nos roba energía es la queja, es muy frecuente entre nosotros, lo hacemos todos los días y no nos damos cuenta.
Actualmente es muy frecuente encontrar personas cercanas, familiares, amigas, compañeros de trabajo o de estudio, que normalmente están siempre quejándose.
Podemos ir a algún lugar y ahí nos encontraremos con personas que se están quejando y eso nos contagia sin darnos cuenta.
De un momento a otro nosotros también comenzamos a participar de la queja, de este hábito que nos roba la energía por ejemplo cuando estamos en un supermercado oímos hablar mal del tiempo que hace, de lo caro que está todo, de lo mal que va la economía, en fin, de todo.
La queja no construye realmente nada, la queja más bien destruye y te consume tus energías, tus fuerzas, porque cuando te das cuenta a raíz de la queja estás lleno de amargura, de rabia, de frustración y eso de una u otra manera hacen un sentido negativo de energías diarias.
Te sugiero que cada vez que venga la queja a tu mente la conviertas en un pensamiento constructivo y progresista, comienza a hacer un cambio de tu perspectiva de lo que estás viviendo, evita completamente quejarte, por lo menos en un periodo de tiempo razonable hasta convertirlo en un nuevo hábito para tu vida y así verás como pronto darás una vuelta de 180 grados a tu forma natural de percibir la vida.
El segundo hábito que sin darnos cuenta nos roba energía diaria es el hábito de los pensamientos negativos.
El noventa por ciento de nuestro tiempo del día a día lo pasamos teniendo pensamientos negativos, catastróficos y destructivos. Muchos de esos escenarios que nos formamos en nuestra mente casi nunca llegan a suceder.
Tenemos más de 60.000 pensamientos diarios y el 95 por ciento de ellos son inconscientes y a veces negativos, imagínate la potencia que tienen tus pensamientos en tu vida diaria.
El pensamiento negativo es siempre una construcción de ideas y de que situaciones negativas y dañinas van a pasar, nuestra mente lo da casi por sentado que va a suceder y por consiguiente todo nuestro cuerpo y toda nuestra vida responden en función deseos pensamientos.
Esto termina sacándonos de nuestro camino hacia las metas que nos hemos puesto, ya sean diarias, semanales, mensuales o anuales, pues por causa de los pensamientos negativos continuos se hace una especie de efecto de dominó en nuestras vidas y todas las piezas se caen.
Comienza a gestionar el trabajo de la actitud positiva frente a la vida, frente a las circunstancias diarias. En verdad, cuando todo marcha bien allí no hay mucho problema pues nuestro pensamientos van viento en popa, el problema es cuando no todo está saliendo como quisiéramos que saliera, es allí donde hará falta que pongamos nuestra actitud para reconocer con franqueza que no todo está saliendo como quisiéramos, pero podemos elevarnos por encima del problema y auto educarnos para aprender a solucionar y no a rendirnos ni a pensar negativamente, el propósito final es erradicar éste comportamiento de nuestras vidas. El pensamiento negativo te resta energía, el cambio de actitud frente a la situación te da la victoria por ese pensamiento, es sólo cuestión de auto disciplinarte.
A veces es difícil pero no es imposible, hay muchas personas que lo han logrado y tú también puedes lograrlo.
El tercer hábito que nos resta energía es la desorganización.
Hazte varias preguntas reflexivas como por ejemplo:
- ¿Cómo están las áreas externas de tu vida en la vida diaria?
- ¿Cómo está tu escritorio de trabajo o de estudio?
- ¿Cómo está tu habitación, tu casa?
- ¿Tienes trabajos atrasados?
- ¿Cosas sin terminar que has estado procrastinando?
Todo lo externo que te rodea es un reflejo del orden o del desorden interno que tienes en tu vida, y esto sin darnos cuenta también nos está restando energía en tu día que podrías estar utilizando en otras áreas de tu vida.
Comienza por poner en orden todo el caos externo que tengas en tu vida y verás como internamente comienza a producirse el cambio casi mágico.
En la mañana al levantarte haz tu cama, solamente este hábito tiene un efecto reconfortante en tu día a día, pues no hay nada mejor que el momento de acostarte y descansar nos encontramos con la cama limpia, fresca y tendida.
Utiliza una agenda para tus compromisos y cúmplelos, no hay nada más dañino para nuestras vidas que proponernos algo y no hacerlo, no cumplirlo, eso nos daña internamente.
Ordena tu habitación, tu casa y todos tus espacios, realiza las actividades pendientes que has venido distanciando en el tiempo y en el espacio, todo eso te va a ayudar en este punto, inténtalo, hazlo, vive un día a la vez en organización y desecha todo lo que es la desorganización en tu vida, tú lo puedes lograr.
El cuarto hábito que te resta energía es cuando tú no sabes decir que NO.
Hay personas que a todo le dicen que sí y eso les trae problemas de compromisos, de organización, de relaciones interpersonales dañadas, pues en algunos momentos quedan mal con lo que han asumido. Hay personas que no dicen que NO por el miedo a que la otra persona se moleste, pero si alguien se molesta porque tú le digas que no entonces esa persona no es digna de pertenecer a tu circulo más cercano, pues si tú por tu propia salud mental estás diciendo que no porque te has dado cuenta que no puedes con lo que te están pidiendo, entonces tranquil@, sigue adelante, al fin y al cabo el más importante eres tú y tu proceso de aprendizaje y de una buena administración de tus fuerzas y de tus energías.
No te comprometas con algo o con alguien para ser agradable, para caer bien, para ser políticamente educado, esto no es bueno para ti, debes aprender a decir que NO, pues puedes estar cargándote de actividades que no te corresponden o que son mucho para ti y terminan chupándote toda tu energía, tu impulso diario.
Comienza poco a poco, no vayas al otro extremo de decir que NO a todo, ve poco a poco sabiendo administrar tus fuerzas y tu tiempo, comprométete con lo que realmente te gusta hacer y con lo que es tu sentido de vida, habrán cosas o actividades o personas que no podrás decir que NO porque te corresponde y debes hacerlas, pero inténtalo, te va ayudar a encontrar todas tus fuerzas y energías en lo que quieres hacer y en lo que quieres conseguir y lograr.
RECUERDA TODO DEPENDE DE TI.
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